
Las bandadas de palabras, emociones y sentimientos me transportan a una soledad segura donde mirarme las esquinas. No quiero comprometer mi amor y mi cuerpo, a estructuras cerradas, no se cual es el camino que haré desde ahora. Solo se que amare en cada momento aquello que me llene de intensidad.
Me vi reflejada en los destellos de una noche oscura, vi en otras aquello que nunca querré hacer. Quiero que mi cuerpo sea mi nave en el mundo y quiero también que mi existencia sea una corriente que fluye sin diques y barreras. El amor es un dulce tibio, que te llena la boca. Los celos son como las pepas amargas del limón que rompen todos los espejos donde podríamos mirarnos.
Dame amor y volveré siempre a buscarte, como las golondrinas buscan el calor en el sur cuando llega el invierno. Háblame pacito y tratame con dulzura y tendré un cesto grande de lleno de besos para darte.
Hace tiempo que me dejo de interesar el amor a mordiscos, pasional, absorbente y subyugador. Tengo muchas canas en el pelo para que mi brújula se quede estancada en un punto. Háblame pacito y estaré ronroneando como una lavadora, si me hablas golpeado comprare un billete sin retorno y me borrare de los mapas.
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